El síndrome de enclaustramiento (locked-in syndrome del inglés) se
debe a una lesión en el tallo cerebral a nivel de
la protuberancia anular. Es
una condición en la que el paciente está alerta y despierto pero no puede
moverse o comunicarse verbalmente debido a una completa parálisis de casi todos
los músculos voluntarios en el cuerpo excepto por los ojos.
El síndrome de enclaustramiento total es
una versión donde además hay oftalmoplejía (parálisis ocular). El término para
esta dolencia fue acuñado por Fred Plum y Jerome Posner en 1966. Las
causas pueden ser daño traumático del cerebro, enfermedad del sistema
circulatorio, daño de las células nerviosas y sobredosis de medicamentos. El
síndrome de enclaustramiento es conocido además como pseudocoma, desconexión
cerebrobulbo espinal, síndrome
de cautiverio, y síndrome protuberancia
central.
El síndrome de enclaustramiento
puede ser causado por un ACV a nivel de la arteria basilar que le niegue sangre a la protuberancia anular,
entre otras causas.
El
síndrome de enclaustramiento es una patología infrecuente en nuestro medio. Es un
proceso destructivo, generalmente es una obstrucción de la arteria basilar con infarto
de tronco encefálico, que interrumpe los tractos descendentes corticobulbares y
corticoespinales, quedando intactas las fibras que controlan el parpadeo, los movimientos
oculares verticales y la sustancia reticular ascendente. Estos pacientes se comunican
únicamente mediante parpadeos o movimientos oculares verticales.
Causas
A diferencia del estado
vegetativo persistente, en el cual las porciones superiores del encéfalo
están dañadas y las porciones inferiores están ilesas, el síndrome de
enclaustramiento está causado por daño a porciones específicas del encéfalo
inferior y tallo cerebral, con ningún daño al encéfalo superior.
Las posibles causas del síndrome de enclaustramiento
incluyen:
a) Lesión encefálica traumática
b) Enfermedades del sistema circulatorio
c) Sobredosis medicamentosa
d) Daño a las neuronas,
particularmente destrucción de la vaina mielínica, causada
por enfermedad (por ej., mielinolisis protuberanial central secundaria a
corrección rápida de una hiponatremia)
e) Un ACV (accidente
cerebrovascular) isquémico o hemorrágico, usualmente de la arteria
basilar
En niños, la causa más común es un ACV a nivel protuberancial.
Tratamiento
Ningún tratamiento normalizado ni una cura se hallan
disponibles. La estimulación de los reflejos musculares con electrodos (EEM)
ha demostrado ayudar a los pacientes a recuperar algo de la función muscular.
Otros métodos de tratamiento son a menudo sintomáticos. Los nuevos mecanismos
de interfaz cerebral directa pueden llegar a proveer futuras soluciones.
Pronóstico
Muy raramente regresa alguna función motora
significativa. La mayoría de los pacientes enclaustrados no recupera el control
motor, pero se hallan disponibles artificios que ayudan a los pacientes a
comunicarse. Dentro de los primeros cuatro meses después de instalarse los
síntomas, el 90% de los pacientes con esta condición muere. Sin embargo,
algunas personas con la condición continúan viviendo mucho más tiempo, mientras
que en casos excepcionales, como el de Kerry Pink y Kate Allatt, una
recuperación completa espontánea puede llegar a ser obtenida.
Resumen
El síndrome de enclaustramiento es una patología infrecuente en nuestro medio. Es un proceso destructivo, generalmente es una obstrucción de la arteria basilar con infarto de tronco encefálico, que interrumpe los tractos descendentes cortico bulbares y cortico espinales, quedando intactas las fibras que controlan el parpadeo, los movimientos oculares verticales y la sustancia reticular ascendente. Estos pacientes se comunican únicamente mediante parpadeos o movimientos oculares verticales.
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