miércoles, 11 de febrero de 2015

Autismo clásico


Hoy sabemos que el autismo puede presentar una variabilidad en el nivel de afectación de cada uno de sus rasgos distintivos, por lo tanto, no estamos delante de un patrón homogéneo e inalterable sino ante diferentes manifestaciones de un mismo problema base. Ello hace que el diagnóstico de autismo sea complejo y deban tomarse en consideración tanto criterios clínicos como neurofisiológicos y bioquímicos.


El autismo ocurre aproximadamente en 15 de cada 10.000 nacimientos y es 4 veces más común en niños que en niñas. Además puede observarse en familias pertenecientes a todos los estratos socio-culturales.

Síntomas del autismo en los niños
Existen diversos síntomas que pueden ayudar a saber si un niño padece autismo:
Indicadores precoces:
  • No balbucea ninguna palabra al año de edad.
  • No señala ningún objeto hasta los 12 meses.
  • No responde a su nombre.
  • No pronuncia palabras hasta los 16 meses, o frases de dos o más palabras hasta aproximadamente los dos años.
  • No establece un contacto visual correcto.
  • Alinea de manera excesiva los juguetes u otros objetos.
  • No sonríe ni muestra receptividad social.
Indicadores tardíos:
  • No tiene interés en hacer amigos.
  • No es capaz de comenzar o mantener una conversación.
  • Es poco imaginativo a la hora de jugar.
  • Utiliza un lenguaje repetitivo.
  • Tiene rutinas y cualquier intento de modificarlas le genera una gran angustia.
  • Muestra un apego excesivo a determinados objetos.

  • Diagnóstico del autismo en niños
El médico hará un cuestionario a los padres para reunir toda la información posible sobre la conducta y el desarrollo del menor. Si existen sospechas de que el niño pudiera padecer este trastorno se le someterá a una evaluación integral, en la que participan un psicólogo, un neurólogo, un psiquiatra, un terapeuta del lenguaje (Logopeda), y otros especialistas capacitados para diagnosticar a los niños con autismo. Lo mejor es un diagnóstico precoz, y ya se dispone de medios para detectar este trastorno antes de los 24 meses de edad.
Tratamiento del autismo en la infancia
Una intervención a tiempo, apropiada e intensiva, mejorará el pronóstico de los menores con autismo. Actualmente, existen diferentes programas educativos y de comportamiento para tratar al niño autista, que incluyen actividades constructivas y ayudas visuales que resultan útiles.
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  • Terapia conductual: consiste en el entrenamiento de comportamientos empleando la psicología conductista; se estimulan las actuaciones deseables, y se limitan los indeseables. Tanto los padres como los educadores deben ser adiestrados previamente para poder realizar esta terapia con los niños.
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  • Programa de educación especial: orientado a favorecer el desarrolo del leguaje comunicativo y la interacción con otras personas. Las escuelas a las que acuda el menor deben tener material adecuado y personal cualificado para ayudar al niño a desarrollar el lenguaje y facilitar su integración social.
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  • Farmacoterapia: en los casos en que el niño no responda a otro tipo de tratamiento, el médico le puede prescribir algún fármaco.
Pronóstico
La evolución de la enfermedad depende de cada persona; algunas necesitarán asistencia cuando sean adultas, mientras que otras conseguirán vivir de manera independiente. El pronóstico será peor en los niños cuyo cociente intelectual sea bajo, y en aquellos que no sean capaces de hablar de manera comprensible antes de los 5 años.

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