domingo, 21 de diciembre de 2014

Gente Extraordinaria |Mi cuerpo Secreto

¿Que percibes en esta imagen?

Un mensaje subliminal es un menasje o señal diseñada para pasar por debajo de los límites normales de percepción.

Embarazo Psicològico o imagiario

 

Un embarazo psicológicoimaginarioSíndrome de Rapunzelutópico o pseudociesis; para muchas mujeres, el deseo de ser madres es algo muy fuerte. Pero para algunas pocas, este impulso hacia la maternidad puede ser tan intenso que incluso acarree consecuencias físicas. Se trata del trastorno médico denominado pseudociesis, más conocido como embarazo psicológico o imaginario. En efecto, quienes padecen de este problema no solamente creen estar embarazadas sin estarlo realmente,  En casos extremos, los tests de orina caseros pueden arrojar falsos positivos, ya que las hormonas se alteran para reflejar un estado real.


Posibles síntomas  

- Trastorno del ciclo menstrual, que varía entre la amenorrea y la hipomenorrea, la duración se da hasta que la mujer acepta que es un embarazo psicológico.
- Ansiedad y trastornos del sueño.
- Sensación subjetiva de movimientos fetales.
- Aumento del volumen abdominal, sin borrado del ombligo, originado por la posición de lordosis que toma la mujer y por la distensión de los músculos abdominales. El ombligo invertido permite establecer el diagnóstico diferencial con el verdadero embarazo.
- Ablandamiento del cuello uterino, acompañado de signos de congestión. Aumento del volumen uterino, cuyo tamaño varía de 6 semanas a 8 meses.
- Modificaciones en las glándulas mamarias consistentes en turgencia, secreción de leche y calostro, pigmentación y aumento de tamaño de las papilas.
- Aumento de peso, generalmente mayor que los verdaderos embarazos.
- Algunas pacientes pueden presentar niveles elevados de gonadotropina.
- Náuseas y vómitos. Puede haber constipación y aberraciones del apetito.
Tratamiento
En primer lugar, hay que descartar que se trate de un embarazo real. Para ello, suele bastar con un test de orina casero, que arroja resultados negativos. Sin embargo, en algunas mujeres, el embarazo psicológico produce tal desequilibrio hormonal que hasta los resultados de estos tests pueden verse alterados, y se arrojan falsos positivos. Entonces, un análisis de sangre y una ecografía son los métodos fiables para que el médico se dé cuenta de que la mujer no está realmente embarazada. Sin embargo, hay que saber que el embarazo psicológico suele darse en mujeres que sienten un deseo tan fuerte de ser madres, que el saber que no están realmente embarazadas es motivo de frustración, angustia, ansiedad y hasta depresión. Por eso se recomienda que se las aconseje y se las acompañe con un tratamiento psicológico. En casos extremos, es necesario suministrarle a la paciente medicamentos antipsicóticos o antidepresivos.

sábado, 20 de diciembre de 2014

Por esa sonrisa que nos cambia el dìa.

 

La importancia de sonreír


   Herramienta de comunicación

 
"Lo que deseas conseguir, más fácilmente lo obtendrás con una sonrisa que con la punta de la espada", decía el afamado dramaturgo, poeta y actor inglés William Shakespeare, conocido en ocasiones como el "Bardo de Avon". ¡Qué duda cabe, la sonrisa es una de las expresiones más cálidas y profundas en la relación interpersonal!


 
Es una “herramienta” para engrandecer la comunicación en toda circunstancia, tiempo y lugar. Una suerte de “llave mágica” que facilita la convivencia cotidiana y, además, abre numerosas puertas en la actividad profesional, social y familiar. En síntesis, sonreír es bastante más que “mostrarse favorable a una persona, suceso o asunto”.

 
Sonreír no cuesta nada; enriquece a quienes la reciben, sin restar a aquellos que la dan; se produce como un relámpago, pero su recuerdo a veces dura toda la vida; no existe persona que no la necesite, ni quien no la pueda dar; es fuente de placidez en el hogar; promueve negocios y fortalece amistades; es incentivo para cansados. Es un “don” divino que está a nuestro alcance y que inspira tantos beneficios que bien vale hacer de la sonrisa un elemento inherente a la vida. Es fundamental para establecer relaciones sociales, mejorar el humor y hasta liberar hormonas que producen sensación de bienestar en el cuerpo. Sin embargo, hay hombres y mujeres que no logran sonreír con frecuencia. Existen razones anímicas, emocionales, de personalidad, temperamento y autoestima, que determinan la falta de capacidad para sonreír y que deben analizarse individualmente con la finalidad de indagar sus orígenes.
 
No olvide, sonreír es una terapia espiritual que causará un excelente provecho en su día y en su proximidad con sus semejantes. Sonría, sonríale a la vida, a su vida y a quienes lo rodean. Convierta su sonrisa en su “tarjeta de presentación”.

¿Cuál es el objetivo de un tratamiento psicológico?

Un tratamiento psicológico es una intervención realizada por un profesional, basada en técnicas y teorias psicológicas. Tiene que ver con escuchar con atención lo que el paciente tiene por decir, para poder conocer y observar el mundo interior de la persona que consulta.   

 
El objetivo de un tratamiento psicológico es observar, identificar y modificar los elementos del comportamiento que generan sufrimiento. Por comportamiento se entiende:
 
-La conducta
-Los pensamientos
-Las emociones, los estados de ánimo

viernes, 19 de diciembre de 2014

Pensamiento Infantil (ventajas de vivir y pensar como niño)

 

  

El escritor estadounidense Joseph Heller decía que él había llegado por fin a lo que quería ser de mayor: un niño. En muchas ocasiones he reflexionado sobre eso, sobre la aspiración, digna y honesta, de vivir con los ojos de la infancia. Por suerte, la mía fue plena y disfruté de tal manera que aún hoy, muchos años después, sigo reviviendo la mayor parte de esos momentos.
 
Cuando hablo de vivir como un niño, se tiende a pensar que se trata de vivir alocadamente, sin rumbo y de una manera irresponsable. Nada más lejos de la realidad. En mi caso, siempre pensé que despertar ese espíritu en el día a día tenía sus ventajas y hoy las recopilo aquí.
 
No vives entre prejuicios. Éstos pertenecen, casi en exclusiva, a los adultos. Se construyen estereotipos, imágenes preconcebidas como método de ‘protección’, para evitar desengaños o para hacer sencilla la visión de un mundo complejo. Pero su utilización en el día a día sólo lleva a no descubrir por sí solos el camino, sin más frenos.
 
Buscas motivos con mucha más facilidad para conseguir los objetivos. Si hacer los deberes lo primero significaba salir con los amigos a la calle a media tarde, no había ninguna duda al afrontar las obligaciones. Si ayudar en casa implicaba disfrutar de tu serie favorita en la merienda, ya sabías lo que tenías que hacer. El paso del tiempo suele hacer la maquinaria de la motivación mucho más pesada.
 
Encuentras la felicidad en las pequeñas cosas. Es la esencia de la vida y, quizás, en la infancia es donde se consigue con mayor intensidad. El partido de fútbol con la pandilla de amigos, la tarde de cine, la media hora de tu serie favorita en televisión… La inmensa mayoría de los pequeños lo vive con una pasión desmedida.
 
Disfrutas a tope de todo. Está relacionado con el anterior punto. En la edad adulta se llega a un punto en el que los prejuicios, la preocupación por el qué dirán o el peso de la intranquilidad diaria por multitud de motivos te impide gozar en su plenitud de todo cuanto tienes.
 
Restas presión a tus decisiones. El peso de éstas es escaso y por eso se toman sin darle demasiadas vueltas. Habitualmente, te dejabas guiar por tu intuición, por tu instinto, algo que acaba atrofiándose con el paso del tiempo y la falta de uso.
 
La sensación de no tener nada que perder. Tus pertenencias son escasas y, por tanto, la defensa de éstas ya no es determinante. No tienes una hipoteca que pagar, un empleo que mantener, una familia a la que alimentar… Desterrar esa presión cuando se es adulto no es sencillo pero, quizás, es el mejor camino para vivir de una manera más desenfadada, más libre.
 
Menos preocupación sobre lo que los demás piensan de ti. No siempre se cumple en todos los niños pero sí en la mayoría. El sentido del ridículo está mucho menos acentuado. Da igual que te estén mirando si tú estás pasándolo bien, si tú estás haciendo lo que siempre quisiste hacer.
 
Te recuperas mucho mejor del fracaso. Te caes y te levantas al instante. No piensas que ha sido un fracaso y no pierdes el tiempo en reflexiones eternas que no llevan a ningún sitio. Retomas lo que estabas haciendo sin la presión de haber tropezado. Es algo natural.
 
Puede que haya quien no se identifique con algunos, o muchos, de esos puntos. Es posible. Son los que reflejan cómo viví mi infancia y lo que puede aportarme (o aportarte) vivir (y pensar) como lo hacía en ese tiempo. No siempre es posible. Pero hay que intentarlo. Hay mucho que ganar.